565. Si no me encuentras busca "Fruno es un hijoputa" en Google
Estoy hasta el nardo de oíros hablar de vacaciones. De ver las fotos, fliquers y postales de vuestras idílicas vacaciones de Patti y Selmas viajando por el mundo, abriéndoos camino por nuevas sendas inexploradas, conquistando cumbres inexpugnables y poniéndolas vuestro nombre. Que sepáis que cuando vosotros volváis, yo me voy. En septiembre me voy a la playa con mi gato, con un saco de libros y con el portátil, al dúplex familiar en tercera línea de playa, que convertiré en mi ermita, y no pienso volver hasta que me crezcan conchas en la piel. Yo no tengo vacaciones, sino que las vacaciones me tienen a mí: me quedan menos de diez días de vida en mi actual trabajo, y luego nos vamos toda la empresa a engrosar las estadísticas del paro. Yo me lo he tomado con mucha filosofía (con perdón), y con buen humor. Voy a hacerme uno con el Mediterráneo, y a ver si aguanto un par de meses tocándome las pelotas a lo largo de todas las horas del día. Ése es mi objetivo en la vida. Con el tiempo rodarán una película sobre mí, que se llamará "Fruno y el sexo"; ya sabéis a lo que me refiero: voy a desaparecer de forma indefinida. No future. Dormiré de día, en la piscina, y funcionaré de noche. El daiquiri sustituirá al agua, que en Levante sabe a rayos. Es probable que algún día me adentre hacia el fondo del mar, con mi gato, mis libros y mi portátil, en un patín. Es probable que me pase al menos cinco días con sus noches en mar abierto, haciendo vida en el patín, dándome baños entre las orcas, escribiendo un blog sobre los dibujos que hace la espuma sobre las olas y enseñando a pescar al gato, para sobrevivir. Bajo ningún concepto devoraré el gato, a no ser que él dé el primer paso. Me pasaré todo el día solo y borracho. Es lo que más me apetece en el mundo. Olvidándome de mis amigos, de la familia, de las ex y de las admiradoras, y hablando con el gato y con la fruta. Luego me colaré en alguno de esos yates del puerto deportivo en los que se está rodando una peli porno (es decir, en casi todos), y a ver si encuentro trabajo allí. Si no les convence mi currículum de talla media, cuando sólo me quede dinero para un último paquete de tabaco volveré a Madrid y me haré mercenario a sueldo.
Etiquetas: Land escapes, No
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