596. Watermelon Goofy
Los miércoles, desde hace un mes y pico, son la esperada jornada de estreno de cada nuevo episodio de
REFLEXIONES DE REPRONTO, la magnífica serie de video-enseñanzas que están llevando a cabo el
Dr. Repronto y
Chupacintas, esa serie de artículos seminales sobre la cultura pop/borderline/bizarra/noséqué del entretenimiento en forma de lección pop en primera persona que nos regala Minchinela desde su misteriosa sala de operaciones. Ese laboratorio con monitores y juguetitos que parece estar plagado de electroduendes, y que detrás de la cámara se pudieran encontrar, entre probetas, pipetas y líquidos fosforescentes que gotean, millares de estanterías repletas de discos, libros y sobre todo cintas deliciosas. Al estilo de la trastienda secreta de La Mazmorra del Androide o aquel cuartucho de
"Tesis".
Como digo, cada miércoles yo asisto entusiasmado a cada una de las nuevas emisiones que salen de ese sótano, y me estoy enganchando más y más cada día que pasa. El formato es inquietante, y aunque haya a quien le parezca pesado o poco original, a mí me entusiasma. Me parece suficientemente dinámico y atractivo. Minchinela (que creo que hace un gran trabajo como presentador, al margen de todo; no es tan fácil como parece) es como una mezcla entre: a) los viejos y olvidados presentadores de fantasía que en televisión daban paso a las sesiones golfas, allá cuando cualquier tiempo pasado era mejor (como Elvira o el Guardián de la Cripta); b) El mismísimo Pedro Erquicia, pero en PoP. Digo pOp; y c) Narciso Ibáñez Serrador dando paso a sus trailers-para-pesadillas, por supuesto. En blanco y negro, fumando puros y con cuervos revoloteando el estudio.
Yo lo visualizo así, al menos, y me gusta. Supongo que alguna vez había fantaseado con hacer algo así, resucitar los iconos televisivos de serie Z que citaba antes, y siempre pensé que quedaría bastante patético. Y sin embargo, Raúl lo hace más que dignamente, y como si fuese un paseo. Y con presupuesto casi inexistente, supongo. Con más medios y mayor inversión, de esto se podría hacer realmente un programa de culto. Ah, y lo de Raúl me parece, por encima del mérito y el talento y todo eso, terriblemente valiente, y se lo quería decir también.
Por supuesto los contenidos, los artículos aderezados por imágenenes archivo, me recuerdan y están a la altura de las mejores lecciones en forma de pildoritas de Jordi Costa en sendos
"Mondo bulldog" o
"Vida Mostrenca", o sus
ongoing series,
"Monstruos modernos". Disiento un poco de lo de "el MB del siglo XXI" que dijo una vez el propio abs; a mí esto me parece puro y maravilloso jordicostismo, y no le veo nada de lo otro (¿por suerte?)...
Si la tele no apestase tanto a día de hoy, esto debería ser una sección semanal imprescindible, los miércoles (por ejemplo) en
prime time, en una maratón de culto a la que siguiesen dobles o triples sesiones de cine psicotrónico. Sin publicidad, o acaso con el mismo Dr. Repronto apareciendo de repente (de repronto) en mitad de las películas gritando, en plano contrapicado, anunciando
Sea Monkeys y menaje para zombies.
Soy fan. Me encanta. A lo mejor hasta me flipo demasiado, como digo, pero después de esperar un mes y algo (sin haberlo nombrado pese a que el propio Minchinela me informó al privado del inminente nacimiento del proyecto), para mí al menos se ha convertido en una sección altamente proteínica y de una estética que me transporta bastante. Supongo que de eso se trataba.
En definitiva, que hoy es miércoles y se puede ver online la nueva entrega, de la video-clase de hoy de la asignatura de bizarrismo mediático. La quinta entrega de Reflexiones de Repronto.
PULSAR AQUÍ. La entrega de hoy, por cierto, le da vueltas a la impactante imagen de los negros sureños comiendo rodajas de sandía de un solo bocado, y al supuesto verdadero origen conceptual del Goofy de la Disney.
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