Fanzines para todos: JO, TIA! (Introducción)
A la sombra del éxito del fanzine
Mondo Brutto, ese mamotreto con miles de letras que el lector curioso y ávido de información alternativa devoraba con la pasión de quien tiene entre sus manos algo brillante, incomparable y secreto, a finales de la década de los noventa nacieron otros proyectos de fanzines que pretendían cubrir el hueco temático en el cual los medios de comunicación
mainstream no se interesaban. Pero ahí donde
Mondo Brutto había acertado de pleno (por la calidad de sus autores, lo original de su propuesta, la exclusividad formal y temática, su radio de influencia, etc.), aparecieron muchos otros papeles grapados que vinieron a distribuirse en los mismos sitios habituales donde encontrábamos el
MB (principalmente, tiendas especializadas en comic, música y, excepcionalmente, librerías) que se quedaban en un "quieroynopuedo", una burda imitación del original, una colección de folios manchados de articulines
amateur, escritos con mayor o menor fortuna, sobre todo esto último.
No daré nombres para no herir sensibilidades, pero se me ocurren por lo menos cuatro fanzines realmente penosos que aparecieron por aquella época, que quisieron arrimarse a
MB a ver si les salpicaba el éxito, a base de adiabolados artículos largos de temática bizarra. Pero qué duda cabe que, fuera cual fuera el resultado, fue una época gloriosa para los fanzines de texto, y todos y cada uno de esos proyectos son interesantes por sí mismos, como pruebas de una época reciente en la que algo se agitaba en el ambiente y la gente tenía ganas de decir cosas que no se decían en ningún sitio. En próximas fechas intentaré escanear algunos de esos fanzines, los que tengo por casa, sin una introducción tan larga.
Pero en lo que respecta al
Jo, tía!, fue una revistilla de fotocopias tamaño cuartilla que no ocultaba su deuda y su cariño por
MB, y que además era en cierto modo un fanzine temático. Repetía la fórmula de los artículos sin fronteras formales ni cuantitativas, salpicados de fotos curiosas; la crítica destructiva y la mala baba; el humor socarrón y la sobre-información; las contraportadas de impacto; los autores ocultos bajo seudónimo... Pero en este caso, desde un comienzo quisieron dejar muy claras las diferencias entre
Jo, tía! y cualquier otro medio impreso del mercado: se trataba de un fanzine amateur e independiente dedicado a los adolescentes. Más allá de limitarse a la
bruttoexploitationy la "charlotada de explotación"(©), se definieron con
"el primer fanzine de teenage exploitation", y sus contenidos giraban en torno a esa premisa, los temas que interesaban a los/as adolescentes de los noventa: la droga, el porno, los flujos, los tebeos, los
Simpsons, el punk, el cine de institutos yanquis, los juguetes, los compañeros de pupitre... Algo así como un panfleto para chicas pijas de entre doce y quince años, que venía a plantar cara a la
SuperPop, pero desde las alcantarillas.
Tal era su irónico cometido, su insignia y razón de ser. Aunque en realidad, por supuesto, el público al que iba dirigido éramos gente de entre 20 y 35 años (por ejemplo) con cierto bagaje fanzinero. Todo quedó en un puñado de textos que han sido olvidados y que estaban hechos con mucho cariño por sus cabezas visibles, Martin Tupper y La Chica Explosiva, junto con algunas plumas invitadas que fueron desfilando por sus páginas. Para la historia, algunas entrevistas y artículos visionarios. En los próximos días escanearé y compartiré con quien le interese los 5 números que fueron editados de esta vieja, olvidada y simpática publicación. Ya me diréis qué os parece.
Etiquetas: Fanzines para todos, Jo tia
_____________________________________________________________________________________________